Hemos comprobado que se habla relativamente poco de actividades multiaventura en la época invernal, pues se tiende a relacionar estos deportes precisamente con los periodos de primavera y de verano, mayormente por el disfrute de las ansiadas vacaciones. Aquí vamos a intentar desmitificar esta preferencia o, mejor aún, vamos a mostraros una serie de actividades que sobre el terreno se disfrutan tanto o más con frío que con calor. Antes de entrar en materia hay que distinguir entre los diferentes tipos de invierno que nos ofrece la geografía española. Como podréis imaginar no se podrá realizar el mismo tipo de escalada o de vía ferrata en nuestra Comunidad Valenciana que en Pirineos o Galicia, por situarnos en extremos, debido a que el clima es diametralmente opuesto. Y aquí tenemos el quid de la cuestión: nuestros inviernos son generalmente suaves, con prácticamente ausencia de nevadas y hielo. Por eso os proponemos practicar escalada, vías ferratas y barranquismo seco. Todas ellas nos reconcilian con la naturaleza y son una excelente actividad física que deseamos promover en los meses de frío. Deberemos considerar aspectos que en verano no precisan: el horario, por ejemplo, estará supeditado a las horas de luz que son menos, para aprovecharlas mejor, pero hay unos cuantos puntos a favor que mucha gente no tiene en cuenta.
Nos encontramos con ventajas a la hora de realizar vías ferratas, barranquismo seco y escalada sin pasar calor y con los rayos ultravioleta de moderado a bajo, protegiendo así nuestra dermis y aprovechando solo la vitamina D. Además, no nos debe preocupar el frío ya que nuestro cuerpo, realizando actividad física, puede llegar a los 40 grados.
Pensando en nuestro clima, algo que nos preocupa mucho en verano, es que las actividades no se alarguen en exceso por la mañana y lleguemos a las horas más altas de calor, que son de 12:00 a 16:00, el invierno nos permite despreocuparnos de esto pudiendo alargar la actividad sin miedo a que llegue el mediodía.
En el caso de la escalada, algo que mucha gente desconoce es que al hacer menos calor, nuestras manos aguantan mejor el magnesio. Además, con el frío el agarre en la roca es mayor y podremos apretar más en los pasos técnicos de la vía, lo mismo se puede extrapolar a las vías ferratas y el barranquismo.
Curiosamente, aunque a priori no apetece tanto realizar una actividad multiaventura en invierno, a parte de las ventajas que ya hemos nombrado, resulta muy beneficioso para nuestro cuerpo hacer ejercicio a una baja temperatura (moderada, obviamente), pues así aumentamos la producción de leucocitos y granulocitos, responsables de que nuestro sistema inmunológico funcione correctamente. También es más productivo para el cuerpo, ya que activa nuestra presión arterial para que este entre en calor. Otro de los beneficios es la propia activación (pues tendemos a dejarnos llevar por la pereza en esta época del año), que te permitirá estar en contacto con la naturaleza a la vez que en constante movimiento. Todo ello está demostrado que mejora nuestro estado de ánimo, esas endorfinas que desencadenan una sensación positiva en el organismo que es similar a la originada por la morfina. También es importante mencionar que en invierno nos mantenemos más hidratados porque sudamos menos, esto hace que nuestro cuerpo no tenga la necesidad constante de beber, aunque sin descuidarse, siempre debemos llevar agua a las actividades.
Para acabar, os damos el motivo más importante por el que realizar vías ferratas, barrancos secos y/o escalada, y es que tenéis la diversión asegurada y una experiencia genial. ¡Aunque esto nos vale todo para todo el año!